lunes, 25 de agosto de 2008

Viuda Negra

Una viuda negra, antaño un ángel blanco, me ha dejado en estado comatoso. Estoy inconscientemente consciente. Mi cuerpo no responde, mi cabeza vive en otra dimensión, mi conciencia se hace cargo del dolor que estoy causando.

No me gustan los zorros con piel de cordero. Detesto los ángeles que van de blanco y esconden el tridente bajo su manto de claridad.

Estaba sentado entre unas piedras, disfrutando del paisaje árido de Arizona.

- No metas la mano, es peligroso.

Caso omiso.

Nada más introducir el primero de mis dedos, una descarga de dolor se expande por mi sistema nervioso.

Es ella de nuevo.

- Esto es lo que hay. No soy un ángel. Lo era. Pero yo escojo mi propio destino, no me gustaba ser de los buenos.

-Vendiste tu alma.
- ...

-No la vendí. Tomé otra prestada. Escogí cambiar.
-...

- Nadie escoge cambiar.
-...

- Yo si.
-...

- Es muy alto el precio que hay que pagar por permitir que tu ángel de la guarda te traicione.
-...

- El precio de la verdad.
-...

- Yo diría que un poco más. Has puesto en juego mi vida.
-...

- Así es el juego.
-...

- Salí perdiendo.

Una tercera voz llega a mi cerebro desde lejos, como si hablase a través de una mampara de cristal, esa voz decía.

- No Pip. Todos salimos perdiendo.

Es bueno saber que aún perdiendo muchas batallas, todavía queden princesas que te permitan ganar la guerra.

Abro los ojos. Me siento vivo. Una viuda negra se abalanza sobre mí.

- Pobre Pip, no aprende.

¡Princesa! Que no aprendo. De todas formas, gracias.

martes, 19 de agosto de 2008

Donde las nubes.

Donde las nubes rezan al viento nació la voz de la luz, nació en el universo celestial. Los campos eran azules y los cielos rojos, las lunas pintaban negras y los soles más blancos que los polos. Eran los días eternos donde las noches no morían. Las fragancias de los mares secos embriagaban el ambiente y sus ojos cabalgaban al tiempo. La inmortalidad de su rostro era místicamente única. Las letras cobran vida en los papeles color amapola. Las películas tenían principio en el final. Los caminitos llevaban al pueblo. Las casas no tienen ventanas donde hay puertas.

- ¿Cómo va eso?
- Va tirando.
- ¿ Me quieres Vento?



Los mares no llevan agua a la tierra mojada de mis sueños, porque sólo así late el placer de las gotas secas es la humedad de mis deseos.

- ¿ De qué color es el amor Vento?
- De que color…


Sienten los siglos a su paso el peso de la humanidad. Sienten, los que el alma sellan al espíritu. Crecen los pinos en la luna y las amapolas en Marte, las rosas vuelan donde los niños nacen.

- ¿A qué velocidad circula el amor Vento?
- ¿Circula a caso?


Los cuadros los pintan los artistas que venden mundos de maravillas en frascos de música bicolor.

- ¿ Cuánto vale querer, eh pijo?
- Vale lo que vale un beso.

Donde la música suena sorda y el silencio habla a gritos.


- ¿ A qué huelen los latidos?
- Huele a tus abrazos. Te acercas y los sientes, ese es el olor.


Los ojos que besan y los labios que lloran tus mejillas. Las estrellas que se hielan por el tórrido frío, y los árboles que arden por el gélido calor. El invierno que quema y el verano que… se va.

- ¿ Me quieres Vento?
- …


Nieva en el desierto, copos de 50º, los sordos escuchan su voz y los ciegos ven lo que todos.

- Te quiero.